Jorge Martinez

Aerospace Engineer and Senior Software Developer


Los problemas con Loup

Jorge Martinez

January 25, 2025

loup


Escribo este post con mucha tristeza. Mi compañero y buen amigo Loup no se encuentra bien…

Todo comenzó a finales de Octubre de 2024 cuando Loup tuvo una reacción muy agresiva hacia mí. Loup jamás me había amenazado, así que lo que pensé es que algo debía de dolerle mucho.

Al día siguiente fuimos al veterianrio. Por precaución, le pusimos un bozal. Loup no se quejó en ningún momento pero estaba muy tenso. El veterinario no encontró nada concluyente.

Las semanas pasaron y Loup estaba muy raro. Se le notaba muy ansioso y estresado. Incluso, parecía tener miedo dentro de casa. Para animarlo, María y yo decidimos aumentar el tiempo de los paseos y cocinar sus comidas favoritas. Sin embargo, la situación no mejoró.

Una tarde, María trató de ponerle el chubasquero a Loup. Loup le gruñó a pesar de lo mucho que le gustaba llevar ese chubasquero. Que Loup gruñese a María me dió miedo…

Estaba claro que algo no iba bien. A nivel físico o psicológico, Loup tenía algún problema. Tuve varias llamadas telefónicas con adiestradores, pero dado el historial de Loup todos coincidieron en hacer más pruebas. Sin embargo, Loup parecía sano. Tenía apetito, bebía y jugaba con sus juguetes.

Para Navidades de 2024, Loup ya había mostrado esta actitud agresiva varias veces. Pensamos que volver al pueblo le animaría. Loup adora a mis padres, la playa y la montaña. No obstante, la cosa estaba lejos de mejorar.

Loup tuvo un episodio muy agresivo conmigo de madrugada en el primer paseo. El perro no me reconocía a pesar de hablarle de forma tranquila y sosegada. Ese mismo día el veterinario me dijo que acudiese a un etólogo.

Un etólogo es un veterinario especializado en conducta canina. Concertada una primera cita, le describí actitud de Loup los últimos 4 meses. La etóloga reconoció lo extraño de la situación y redactó un informe.

En su informe, la etóloga recomendaba realizar varias pruebas. Sin embargo, antes de poder realizarlas, Loup tuvo el episodio más violento hasta entonces.

Estando toda mi familia en casa, Loup se lanzó contra mi hermano sin motivo aparente. Me puse entre medio del can y mi hermano. Seguidamente, le ordené que se marchase a su sitio. Tras unos segundos, Loup obedeció pero se marchó ladrando y gruñendo. En aquel momento, Loup se convirtió en una amenaza para todos. La confianza estaba rota y Loup pasaría a dormir en el garaje. Le prohibimos la estancia en las zonas comunes por seguridad.

¿Qué lleva a un perro tan bueno a atacar a su familia…? A día de hoy, sigo teniendo la misma pregunta.

A los pocos minutos del incidente, me puse en contacto con la etóloga. Al día siguiente compré las pastillas que me recetó para calmar la ansiedad de Loup. Si bien Loup parecía más animado, seguía muy asustado de cualquier estímulo. Las motos, los patinetes, los otros perros… Todo era una amenaza para él.

Los entrenamientos con la etóloga no me aportaron nada. Nada que no supiera. Nada que no hubiese intentado con María los meses anteriores.

Concertada una cita con el veterinario, le hicimos las primeras pruebas a Loup. Todavía estoy a la espera de los resultados. Personalmente, dudo que reflejen algo que justifique unas reacciones tan agresivas.

Esta situación me ha producido una ansiedad y tristeza enormes. No duermo por las noches y temo que Loup haga daño a alguien. Al fin y al cabo, Loup es un animal de 20 kilogramos de peso muy ágil. Si Loup llegase a morder, podría ser fatal.

Si esta situación se llegase a dar o se repitiesen los eventos a pesar de no encontrar ningun problema fisiológico, sé el destino que le espera y lo aceptaré por mucho que me duela.

La seguridad de mi familia es más importante que mi amigo.